El cielo de México, en la noche, es como un vaso de leche derramado.
EL cielo en la noche tiene un color blanquecino, y un brillo, que lo hacen diferente.
La luz de la ciudad desde abajo, y el brillo de la luna desde arriba, son captados por millones de partículas en suspensión creando un velo opaco a la vez que brillante.
Duermo, y en medio del sueño abro los ojos… y todo es tan diferente que en ese estado onírico en el que no sé qué hora es, tampoco sé dónde estoy.
Mi sueño, bajo este cielo lácteo, es confuso y a veces incluso inquietante.
Esta mañana me desperté con una pesadez inmensa, como si me hubiera comido todo ese cielo, y cuando quería abrir los ojos no podía y cuando pude, en ese momento en el que aún no sabía si dormía o seguía soñando, veía sólo la mitad. Es decir, que la parte inferior de mi visión era un inmenso vacío y blanco, tan blanco como el cielo en las noches de México.
El otro día soñaba que estaba en un acantilado de mi mar cantábrico con más gente. Había un mar inmenso, bravo como se sabe poner en estas épocas del año. Nos subíamos a una canoa de remos con la intención de atravesar la barra remando en dirección a la Isla de Mouro. Cuando estábamos ya dentro de la canoa, vino una gigantesca ola embrutecida como un dragón de espuma furioso ….y toda ella cayó sobre nosotros empujándonos hacia el fondo, hacia su estómago enfurecido.
Repentimamente me desperté con la respiración ajetreada, alterada por la apnea y la lucha contra la fuerza de los brazos del dragón, abrí los ojos ... y ahí estaba el cielo blanquecino cubriéndome como te cubre el océano y con el mareo no sabía por dónde entraba la luz, lo que era arriba o lo que era abajo.
Repentimamente me desperté con la respiración ajetreada, alterada por la apnea y la lucha contra la fuerza de los brazos del dragón, abrí los ojos ... y ahí estaba el cielo blanquecino cubriéndome como te cubre el océano y con el mareo no sabía por dónde entraba la luz, lo que era arriba o lo que era abajo.
Sentada en el alfeizar de la ventana de mi cuarto mexicano, algunas noches, fumo un cigarro para convertirme en dragón. Observo este cielo reflectante y pienso ¿qué habrá después de la leche blanca?.
2 noches después de la luna llena de Octubre |
Estos días, la fuerza de la luna llena ha empujado los millones de partículas…
Es como si se las hubiera absorbido para ganar volumen y mostrarse llena de grandeza,
y entonces, ha aparecido una estrella:
sólo una.
Linchito: Hola Albuchi,...., uno se desconecta de tí y en un descuido cambias de país, q tía.
ResponderEliminarDe u sueño, uf verte en las garras de Poseidon,...., prefiero estar en las garras de Creek(ya sabes deidad pirawuil)
Viva Creek¡¡
Te envío un mail personalísimo ( q será???)